La generación Z son todos aquellos jóvenes nacidos luego de los millennials. No existe consenso exacto de un parámetro cronológico, sin embargo, se estima que corresponde a los nacidos entre 1995 y 2010. Son los adolescentes de hoy, y comparten muchas de las características que eclosionaron con la generación anterior. No obstante, ya se encuentran en un medio en que las “nuevas tecnologías” ya no son tan nuevas, sino que forman parte de su vida diaria. Nacieron con un smartphone en la mano, por lo que ya no viven en un apogeo de cambios tecno-sociales, sino que este modo de vida ya está arraigado en su naturaleza.
Revisemos algunas de sus características:
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Multitasking
Como mencionamos anteriormente, la generación Z nació con un smartphone en la mano. Es como una suerte de extensión más de su cuerpo y se ha transformado en un asistente personal -en miniatura y multifuncional- imprescindible en sus vidas. Por lo mismo, no es sorprendente encontrarse con alguien utilizando su celular mientras está mirando la TV o usando su computador. De hecho, son capaces de utilizar hasta tres dispositivos a la vez (suelen ser computadores, tablets y móviles). Son seres nacidos en función de la inmediatez de internet, así es que tienen desarrollada una hiperactividad tecnológica: juegan en un dispositivo, hablan con sus amigos con el otro y escuchan música o ven videos con el último. No hay segundo que desperdiciar al esperar que algo cargue.
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Proactivos y autodidactas
Si los millenials iban un paso adelante, la generación Z nos lleva dos. Estos jóvenes viven de un modo activo, están más conectados con sus propios intereses y estan internet siempre. Suelen profundizar en los temas que les gustan, y no es de extrañar que desarrollen un oficio de forma autodidacta, aprendiendo a través de textos y tutoriales en internet. Además de curiosos, son muy proactivos, absorben mucha información, son capaces de sintetizarla y producir contenido. Ya no solo observan y repiten como muchos millenials, también CREAN.
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Más conscientes que la generación anterior
Ya quedó atrás ese defectillo de una falsa autosuficiencia de la generación anterior. Los de la generación Z sí están preocupados por su futuro. Se cree que son más maduros que la generación anterior y también “más buenos”. Se muestran más interesados en realizar labores altruistas y acciones “bondadosas”, ya que no solo buscan mejorar su calidad de vida en comparación a la de sus padres, sino que también mejorar la vida de otros. Tampoco tienen miedo a desafiar la autoridad y son incapaces de permitir una injusticia si no les parece.
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Son más inteligentes que todas las generaciones anteriores
Ya explicamos su mayor capacidad para generar más contenido que la generación anterior y de absorber todo como una esponja. Lo que aún no hemos dicho es la velocidad a la que lo hacen. La generación Z es capaz de captar información más veloz que nadie y con pocos recursos. Pueden comunicarse de la misma manera, y mostrando menos, dicen más. Tienen una virtud especial de síntesis asombrosa y están acostumbrados a aprender todo por sí mismos. No es muy fácil engañarlos con simples anuncios, por ello son consumidores más exigentes y conscientes. En definitiva, les importa lo que hay en el fondo de una empresa.
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Globalización FULL
Estamos ante una generación que ha tenido la oportunidad de consumir contenido desde diferentes lugares del mundo, con diversas costumbres e idiomas. No se sorprenden con el comportamiento de alguien extranjero. Puede que incluso conozcan muchas de las costumbres foráneas que las propias y que se sientan deseosos de recorrer el mundo. Muchos de ellos quieren ser bilingües y además nómadas digitales. Les espera un sistema de vida en el que no necesitan estudios formales para obtener un trabajo (porque son autodidactas y proactivos, con ganas y habilidades para armar su negocio), están hiperconectados y la burocracia ya no forma parte de sus vidas. En consecuencia, no necesitan una oficina ni un horario para ganar dinero, tienen libertad horaria y geográfica.
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Los de la Generación Z son más seguros de sus capacidades y sin miedo al futuro
Saben que cada día puede ser diferente al anterior. Para ellos, crear una carrera ya no es para toda la vida, ni mucho menos la única forma de ser exitosos. Son versátiles, ágiles y se adaptan muy rápido a los cambios. Saben que si uno de sus proyectos fracasa, no pasará nada, ya que podrán empezar uno nuevo. Por supuesto, para ellos el fracaso es otra forma de aprendizaje.
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Desapegados materialmente
Quedó atrás la idea de “situación económica”. El sueldo será algo reducido a un pequeño grupo de ancianos. Su percepción del dinero y de las adquisiciones ha cambiado. Para ellos el poseer un auto o una casa ya no son sinónimo de realización. De hecho, ya no desean TENER cosas, les basta con disfrutarlas. Están más abiertos a compartir gastos con otros (importes de envíos en una compra online, compartir dinero al viajar con alguien que vaya al mismo destino, entre otros). Son capaces de compartir y se llevan muy bien con el concepto de “bien comunitario”.