Hace un tiempo atrás hicimos un ejercicio en la agencia.
La idea era resumir en una frase como crees que te ven y/o como querías que te vieran.
Cuando llegó mi turno ya había pensado la respuesta y la verdad no fue tan difícil porque hace ya varios años que vengo con un chip integrado, el de “hacer que las cosas pasen.”
Puede sonar bastante vendedora o publicitaria la frase, sin embargo es un sello que me gusta mucho, principalmente porque todo puede transformarse en un desafío dependiendo de tus objetivos y sueños.
Seguramente has escuchado la famosa frase “nada es imposible”. Bueno, humildemente puedo confirmar que esta frase existe y depende de cada uno.
“Hacer que las cosas pasen” es plantearse metas y dar la pelea hasta que esté cumplida.
No hay fórmulas, métodos o tutoriales (si los tuviera seguramente ya los hubiese vendido, jaja).
Estoy hablando de energía, entrega, de ver el vaso medio lleno siempre, y pensar que todo lo que pasa es “para” algo (no confundir con que las cosas pasan “por” algo).
“Hacer que las cosas pasen” es decidirse desde dentro a no ser uno más, a arriesgar en función de lo que quieres, crees y piensas. Es darse cuenta que la vida está llena de lugares en los que no queremos estar y para eso tenemos que hacer algo. Bueno, ese “algo” debe partir de ti y debe comenzar de adentro.
Vivir haciendo lo que te gusta es quizás el primer mandamiento de este juego; y mi único consejo.
No soy psicólogo y no es mi intención escribir líneas de autoreflexión. Solo quiero que la gente me asocie a este concepto, y trabajo fuertemente para que eso pase.
“Hacer que las cosas pasen” es un estilo de vida, una filosofía para entender que no queremos ser uno más. Al menos yo y a la empresa que represento.
Carlos Marín